La puerta es un signo de la interacción entre el ser humano y el espacio en que se encuentra. Las diferentes representaciones de la puerta en la historia de la pintura, muestran rasgos del gusto de sus autores y sus respectivos contextos sociales. En el siglo XVIII el gusto es el protagonista, al adquirir autonomía respecto del ideal de belleza, del cual había dependido hasta entonces. Fruto de las tensiones estéticas aparecen los teóricos del gusto con Addison, Hutcheson, Hume y Kant como principales exponentes. Surgen nuevas categorías estéticas como lo pintoresco, lo interesante y lo sublime; y diferentes maneras de entender la belleza, plasmadas pictóricamente en variedad de corrientes coetáneas: Barroco tardío, Rococó, Neoclasicismo, Prerromanticismo, además de artistas que escapan de catalogaciones como Chardin, Goya y Füssli. Cada expresión artística da diferentes respuestas a las preguntas: ¿qué supone que las puertas representadas estén abiertas o cerradas, ocultas o explícitas?, ¿quién controla el tránsito por las mismas? Abordando esta dimensión política del arte, encontramos una Historia de la puerta, que va de la mano con la Historia del gusto.

Luis N. Sanguinet es graduado en Comunicación Audiovisual en la URJC, con un Máster en Crítica y Argumentación Filosófica en la UAM, donde realiza su Doctorado en Estudios Artísticos, Literarios y de la Cultura, bajo la tutela y dirección de la doctora Valeria Camporesi, investigando influencias socio-políticas en las coproducciones hispano-estadounidenses de los años cincuenta. También ha realizado el Curso de Crítica de Cine en la ECAM organizado por Caimán Ediciones y el Máster en Producción y Distribución Audiovisual en la escuela de artes HDM El submarino. Actualmente aborda su interés por los estudios visuales como investigador y analista de cine, escribe artículos para revistas, es ilustrador y publica contenidos en el blog El Platón de palomitas.