Brevemente, el pensamiento de Friedrich Nietzsche puede definirse como el diagnóstico y la cura de la enfermedad cultural y filosófica del nihilismo. El problema que aborda Nietzsche es de carácter histórico, un análisis de la cultura, la moral y la metafísica occidentales que albergan el germen del nihilismo en sus valores supremos. Como respuesta, Nietzsche propone la libertad de interpretar la realidad desde el vitalismo, transmutar libremente todos los valores defendiendo siempre la realidad inmediata y la vida. A principios y mediados del siglo XX, en Japón, otro tipo de nihilismo es diagnosticado en el pensamiento de Keiji Nishitani. Son aquí los avatares históricos de una rápida industrialización, una occidentalización de la sociedad y el fracaso de la Segunda Guerra Mundial los factores que propician un nihilismo de la cultura y el pensamiento japonés. Partiendo del caso de Nietzsche, Nishitani propone una nueva superación para un nuevo nihilismo, apostando por la nada como parte intrínseca de la realidad, a través de la concepción de vacuidad del Budismo Zen.

Agustín Sánchez Cotta (Córdoba, 1988) se licencia en Humanidades por la Universidad de Córdoba, siguiendo el itinerario de Filosofía. Comienza su carrera académica con una publicación en coautoría sobre la vida y el pensamiento de Jorge Santayana, luego participa en el proyecto de Podcast ‘Filosofía Hablada’. Decide finalmente apostar por la academia como vocación y realiza los estudios de Máster en Filosofía Contemporánea, culminados con este trabajo. En la actualidad realiza su doctorado en Londres.